Un diseño que captura la luz y la elegancia en cada movimiento. Los Pendientes Nardo son una auténtica joya escultórica: dos flores superpuestas, delicadamente labradas en metal dorado, que parecen florecer en cascada desde el lóbulo.
Su brillo sutil y su forma tridimensional evocan la belleza de la naturaleza con un toque de sofisticación moderna. Cada pétalo refleja la luz con destellos cálidos y envolventes, mientras que el centro de las flores, adornado con diminutos detalles en tono ámbar, aporta profundidad y feminidad.
Ideales para invitadas que buscan un accesorio luminoso y atemporal, estos pendientes elevan cualquier look, ya sea un vestido vaporoso o un conjunto más estructurado. Una pieza dorada que no pasa desapercibida y que convierte la elegancia en un arte.